El consejero de Sanidad, Raúl Pesquera, ha dejado la puerta abierta a imponer el uso de las mascarillas en sedes del Gobierno regional, tras el decreto aprobado este martes por el que se retira su uso obligatorio en espacios cerrados al indicar que «tenemos que ver en qué condiciones se redacta el decreto que se haga desde Madrid y a partir de ahí ver qué cosas suplementarias tendremos que aportar desde las distintas consejerías«.
Pesquera ha destacado que no tiene previsto, «en principio», aplicar más restricciones por el Covid-19, y su apuesta es por «normalizar» los contagios y que la responsabilidad recaiga a título individual, aunque eso sí estando vigilantes a la evolución de a situación y las decisiones de los técnicos.
El máximo responsable de la sanidad cántabra es partidario de quitar la masacrilla por eso considera «un acierto» haber decidido quitarla después de Semana Santa para «no vincular» el aumento de contagios que se puedan producir por ambas circunstancias.
Con respecto a la evolución de los contagios y las hospitalizaciones, Pesquera ha señalado que «estamos tomando todas las precauciones para hacer el seguimiento de estos pacientes y ver cómo va a ir la onda y mantendremos los mismos criterios que hasta ahora, que en Cantabria nos han venido bastante bien».