El presidente regional, Miguel Ángel Revilla, cree que el cierre de las comunidades de Asturias y el País Vasco, son una «malísima noticia» para Cantabria por la repercusión económica que puede traer para la región al no poder venir visitantes de esta comunidades limítrofes.
A pesar de ello, el Presidente regional tiene claro que estos cierres son «previsibles» ante la situación actual de la pandemia y que «hay que respetar las decisiones que cada territorio tome», ya que «nadie conoce mejor la realidad de un territorio».
Por lo que respecta a Cantabria, Miguel ángel Revilla, descarta que de momento se vaya a tomar la decisión del cierre de la comunidad autónoma «de momento» porque la situación hospitalaria «no es agobiante» aunque si la evolución de los contagios va en aumento podría tomar decisiones más drásticas como cerrar también la región.
Y es que Revilla tiene claro que «esto es un desastre económico, pero cuando se llega a las situaciones de la gravedad que estamos padeciendo ahora, en la segunda ola, pues hay que tomar decisiones duras y, sobre todo, hay que respetar las decisiones que cada territorio tome».
Por lo que se refiere a la toma de decisiones, el Presidente cántabro señalaba que «no debe intervenir la política» porque esas decisiones deben ser las autoridades sanitarias «más allá de que nos guste o no nos guste».
Miguel ángel Revilla en su línea últimamente volvía a señalar a los jóvenes como responsables de parte de lo que está ocurriendo porque «así como hemos sido capaces de estar cuatro meses respetando rigurosamente» el confinamiento, «ahora parece que hay una barra libre y la gente se ha lanzado a salir a reunirse a grupos de gente, sobre todo gente joven» porque «la vida nos acaba porque a las once de la noche la gente esté en casa, porque durante un tiempo no haya discotecas, porque durante un tiempo no podamos estar en lugares cerrados».
Por último y en cuanto al establecimiento del Estado de Alarma por el Gobierno central, señalaba que «hemos asistido a un desbarajuste en España de decisiones judiciales contradictorias, tribunales de justicia de unas comunidades que no han aprobado medidas restrictivas en cuanto a movimientos de personas o agrupamientos de personas y otras comunidades que lo han autorizado».