A veces cuesta entender a los políticos cuando toman algunas decisiones y en este caso cuesta entender que la alcaldesa de Santander, Gema Igual, por un lado pida permiso al Gobierno de Cantabria para instalar terrazas en Sol y en la plaza Daoiz y Velarde y por otro pide a los santanderinos que no salgan de vinos el día de Nochebuena y Nochevieja.
Hay un refrán español que dice que «comer y sorber a la vez es imposible» y da la sensación que Igual está querido hacerlo con esta decisión que ha anunciado, ya que mientras por un lado intenta paliar de alguna manera la situación de los hosteleros con la instalación de estas terrazas a su vez pide a la ciudadanos que no salgan el día de Nochebuena y Nochevieja, en lo que parece una clara incongruencia ya que se contradice una cosa con la otra.
La propuesta viene como consecuencia de la reunión mantenida esta mañana con la directora general de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC), Bárbara Gutiérrez, donde ha señalado que «es difícil unificar criterios» además que éstos suelen ser «poco claros» por parte de los gobiernos pidiendo «más concreción» y medidas «menos confusas».
Para Igual «todos los alcaldes tenemos problemas y conocemos situaciones dramáticas por lo que solicitamos decisiones claras, de rápida interpretación, y una compensación económica urgente» para la hostelería.
Pero a la vez que exponía esta situación, la Alcaldesa de Santander, anunciaba el dispositivo «disuasorio» para las tardes de Nochebuena y Nochevieja, para el que el ha pedido el pasado martes, verbalmente, a la Delegación del Gobierno efectivos de la Policía Nacional que refuercen a la Policía Local, haciendo un llamamiento a la población para que «no vayan de vermú porque no van a poder».
Gema Igual remarcaba que la policía hará lo posible para que la gente no se concentre en las calles de vinos, aunque sí podrán sentarse en las terrazas con el aforo permitido, añadiendo que «no podemos saturar las calles ni concentrarnos», por lo que si una terraza está llena, hay que irse y no esperar en el lugar.
Por último indicaba que «no pasa nada por no ir de vinos y no pasa nada por no estar juntos en Navidad» porque el objetivo de llegar al 1 de enero más normalizado «depende de los comportamientos de ahora» de los ciudadanos.