Tras la polémica suscitada entre la Consejería de Educación que dirige Marina Lombó (PRC) y los docentes a cuenta de la semana no lectiva de noviembre en Cantabria, donde la Consejera decidió que debía haber clase como consecuencia de la pandemia y tras el recurso en los tribunales tuvo que ceder, los dos días que hubo clases se recuperarán el 30 de abril y el 30 de mayo que no serán lectivos.
Consejería y sindicatos han alcanzado, un acuerdo, tras una «dura negociación», para el reparto de los fondos adicionales, que se corresponden con el 0,3 por ciento de la masa salarial, por lo que el 15% de esta cuantía se repartirá entre los docentes que ejercen este curso la coordinación COVID en los centros, que recibirán una única paga de 629 euros, mientras el resto, el 85%, se repartirá como un complemento de formación entre toda la plantilla docente, a razón de unos 4,79 euros al mes en su nómina.
Para la consejera de Educación, Marina Lombó, es un acuerdo «justo» porque reconoce de forma colectiva el «esfuerzo y la implicación» de los docentes en un año «excepcionalmente complicado» y a su vez premia el «sobresfuerzo» de los docentes que ejercen la coordinación COVID en los centros educativos, por lo que para ella «es un buen acuerdo y es un acuerdo unánime».
Por último Lombó señala que el coordinador COVID es una «figura esencial este curso», porque «el modelo de corredor que hemos implantando está funcionando gracias, en buena parte, al esfuerzo y al compromiso de todos los coordinadores COVID» al ser el encargado de la gestión de los casos que se producen en los centros y el interlocutor con la Consejería en el ‘corredor educativo’ establecido por Sanidad y Educación.