Como si de un papel cualquiera que se puede arrojar a la basura, así han aparecido este jueves cientos de cartas de la Agencia Tributaria cántabra introducidas en una bolsa de basura junto a un contenedor en el centro de Santander sin que nadie haya dado una explicación.
Dentro de la bolsa de basura había sobres con «cientos de notificaciones» de la Agencia Cántabra de Administración Tributaria (ACAT) con datos personales de los destinatarios, como son el nombre, los apellidos y la dirección de su domicilio en un hecho que está estudiando la Agencia Tributaria cántabra.
Un hecho que la consejera de Hacienda, María Sánchez, así como el director de la ACAT, César Aja, han calificado como «intolerable» y que esperan llegar «hasta el fondo del asunto» para ver qué tipo de medidas legales adoptar contra la empresa encargada de gestionar estos residuos.
Desde el Partido Popular su parlamentaria, Isabel Urrutia, ha pedido que se abra de manera inmediata una investigación para averiguar cómo una documentación «tan sensible» termine en un contenedor de la Basura de esta manera y pide a la ACAT que de una explicación convincente.
Para Urrutia, esto supone al una vulneración de la ley de protección de datos y contraviene el principio de diligencia extrema y custodia que se presupone a la administración pública.
«Es increíble y no tiene una pase que dejen tirados en una basura documentos con datos personales de los ciudadanos, con identificación del lugar donde viven y, lo que es peor, que cualquiera pueda llevárselos y acceder a la información tributaria», ha indicado Urrutia, ya que cualquiera que haya pasado por ese lugar ha podido ver los datos personales de esos ciudadanos.