Tras más de un año llevando obligatoriamente mascarilla, reconocidos científicos de varios países del mundo se han posicionado en contra de llevar mascarilla, principalmente cuando se está al aire libre y no en espacios cerrados
Una de las últimas voces discordantes ha sido la del profesor de epidemiología y director del Centro de Dinámica de Enfermedades Transmisibles de la Escuela de Salud Pública de Harvard y miembro del grupo experto de planificación de la covid 19 en los Estados Unidos, Marc Lipsitch.
«Generalmente soy muy radical en la defensa de las normas con un beneficio claro, pero ponerse la mascarilla al aire libre tiene costos importantes y realmente no hay evidencias de sus beneficios», ha advertido en Twitter al tiempo que añadía un artículo ajeno titulado ‘Es hora de que dejemos de usar máscaras afuera’.
El blog de The New England Journal of Medicine también ha respaldado la retirada de las mascarillas en un debate del que se ha hecho eco el New York Times, que recurre al testimonio de la profesora de ingeniería civil y ambiental en Virginia Tech y una de las principales expertas del mundo sobre la transmisión viral, Linsey Marr, y al de otros científicos.
Estos científicos apuestan por una «regla simple de dos de tres» para decidir cuándo usar protección y cuando no. Los condicionantes son: estar al aire libre, la distancia y las mascarillas. «Si estás al aire libre, necesitas estar distanciado o enmascarado» señalan en su exposición.
«Si no está al aire libre, debe estar distanciado y enmascarado. Así es como he estado viviendo durante el último año. Todo se reduce a mi regla de dos de tres » remarcan los científicos en su exposición.
La propia Organización Mundial de la Salud (OMS), solo recomienda utilizar mascarillas al aire libre si no se puede guardar al menos un metro de distancia. En España, sin embargo, es obligatoria incluso para pasear solo por un parque.
«Se trata de una medida arbitraria, sin base científica, como ya manifestamos en su día, y las nuevas pruebas científicas publicadas desde entonces lo corroboran», indica la Asociación Madrileña de Salud Pública. «La probabilidad de contagio al aire libre es al menos veinte veces menor que en interiores» concluye.
«Creo que es demasiado pedirle a las personas que se pongan la mascarilla cuando salen a caminar, trotar o andar en bicicleta», asegura Muge Cevik, profesor de enfermedades infecciosas y virología médica en la Universidad de St. Andrews School of Medicine en Escocia,
Investigadores en Dinamarca informaron el miércoles que las mascarillas quirúrgicas no protegen a quienes llevan tras llevar a cabo con la mascarilla un gran ensayo clínico aleatorio contra el coronavirus.
En China, un estudio al inicio de la pandemia mostró que 317, de 318 brotes de covid, ocurrieron en interiores, frente a un único caso en exteriores: el de un hombre de 27 años que, presuntamente, se contagió en un pueblo hablando a la intemperie con un recién llegado de Wuhan.
El ingeniero químico Martín Bazant, científico del Instituto Tecnológico de Massachusetts, recalca que “los contagios al aire libre han sido extremadamente infrecuentes, incluso al principio de la pandemia, cuando nadie llevaba mascarillas” porque el aire exhalado por la boca suele estar más caliente que el del entorno, por lo que tiende a elevarse rápidamente y es arrastrado por las corrientes.
La agencia europea dedicada al control de las enfermedades infecciosas, el ECDC, solo recomienda utilizar mascarilla en el interior de los locales públicos y sugiere que “se puede considerar su uso en entornos al aire libre con mucha gente”
Para la médica Trish Greenhalgh, si se conservan las distancias adecuadas, “no es necesario llevar mascarilla al aire libre porque el virus en el aire se disipa rápidamente”. “El riesgo es inhalar el aire que acabas de exhalar”
Jeremy Howard, de la Universidad de San Francisco, precisa que “normalmente no es necesario llevar mascarilla al aire libre”, siempre que haya brisa o que la persona esté en movimiento.
En noviembre de 2.020, más de cien expertos españoles escribieron una carta a las autoridades para que las autoridades se replanteasen las recomendaciones de prevención, considerando que “la probabilidad de contagio al aire libre es menos de 20 veces menor que en interiores”.
Uno de los firmantes de la carta, el químico José Luis Jiménez, de la Universidad de Colorado (EE.UU.), explica que evitaron mencionar que la mascarilla es innecesaria al aire libre y con distancia, porque algunos expertos en salud pública tenían miedo de que se interpretase que no es necesaria nunca.
Lo cierto es que los políticos-gobernantes aplican una medida como la de obligar a usar la mascarilla al aire libre sin una base científica que que avale dicha medida pero que les sirve para justificar su incapacidad para saber contrarrestar los contagios, pero eso sí, perjudicar a los ciudadanos que sin una motivo claro son obligados a llevar la mascarilla por la calle y espacios libres.
