El malestar en los ciudadanos de Cantabria empieza a ser evidente y palpable contra las medidas que está adoptando el bipartito PRC-PSOE que está gobernando la región por la gestión que están llevando a cabo por la pandemia.
Lo ocurrido ayer ha sido la gota que ha colmado el vaso de unos ciudadanos que empiezan a pensar que los políticos que tenemos no dan la talla que se espera de ellos cuando las cosas se ponen complicadas y hay que tomar decisiones con cabeza y sentido común, que a veces es el menos común de los sentidos.
El alarmismo que ha surgido durante estos últimos días es poco comprensible para unos ciudadanos que han visto como no hace tanto tiempo los contagios diarios, que no enfermos, eran de 60 personas a en dos días más de 200, datos que no entran dentro de una lógica.
CAOS EN EL GOBIERNO PRC-PSOE
Eso ha motivado que ayer compareciera el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, para anunciar que las 18,00 h. se iba a proceder al cierre de todos municipios de la Cantabria, en una medida insólita teniendo en cuenta la complejidad que eso conlleva para poder controlar las entradas y salidas de los 102 municipios que conforman nuestra región.
Una vez anunciada la medida, se produjo un auténtico caos en en el propio Gobierno cántabro, sin saberse muy bien cómo aplicar la medida, cuando se iba a aplicar, a que hora se iba a publicar el BOC, ni que debía hacer cada ciudadano para entrar o salir de su municipio.
Un desbarajuste tal, que todavía este jueves día 5 no se han aplicado las medidas y no se sabe cuando se van a aplicar ni lo que van a durar, aunque se espera que a lo largo día se aclare definitivamente que es lo que se va a a hacer y cómo se va a actuar.
Todo esta llevando a la indignación generalizada contra el Gobierno y sobre todo contra la figura de su presidente, Miguel Ángel Revilla, que cada día dice una una cosa y la contraria. Las constantes contradicciones de Revilla, están llevando a un cabreo en la población que no entiende que no entiende que ahora se les confine en su municipio y hace unas semanas pidiera a los madrileños que se saltaran su confinamiento y vinieran a Cantabria que era un lugar seguro de COVID-19.