Una de las iniciativas del gobierno cántabro, que ha pasado casi desapercibida, ha sido la petición al gobierno central de las competencias sobre los ríos que discurren por nuestra comunidad. Esto significa independizarse el yugo actual de la Confederación Hidrográfica del Norte que sistemáticamente se opone a cualquier iniciativa y que llega incluso a impedir la limpieza de los cauces.
La Confederación es, además, una macro estructura funcionarial que ocupa dos plantas, en el edificio que hace esquina entre la calle Lealtad y Juan de Herrera. Muchas regiones españolas han conseguido gestionar los ríos que tienen su curso únicamente en sus territorios, lo que dará mayor agilidad a las peticiones de los ayuntamientos y permitirá una mejor gestión de los cauces fluviales.
En el caso de Cantabria todos los ríos, excepto el Ebro, pasarían a depender del gobierno regional. Ahora falta el empuje para que el gobierno central acepte esta petición y lo haga con rapidez.
Cantabria pide algo que ya se ha concedido a otras comunidades, como por ejemplo a las provincias vascas-