La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, decía en su mensaje navideño del pasado año 2023, que estaba convencida que la región iba a estar «a la cabeza» del progreso y del bienestar en España, para crear empleo y riqueza y para convertirse en la «tierra de las oportunidades que merece ser», pues bien en el segundo semestre de este 2024, solo ha crecido un 1,25, lejos de la media nacional estimada en el 3,1%, según las últimas publicaciones del Instituto Cántabro de Estadística (Icane).
«Cantabria estaba paralizada y ahora está en marcha y acelerando, tiene rumbo, ritmo y un horizonte de futuro«, señalaba Buruaga el pasado 26 de junio, en el debate del estado de la región, pero lo cierto es que en el segundo trimestre del año el Producto Interior Bruto de Cantabria, tuvo una variación del 0,2%, mientras que la media del resto de comunidades fue del 0,8%, es decir aunque son números positivos, están lejos de la media nacional, que señala que es el dato más bajo desde el primer trimestre de 2021.
Los principales sectores que aportan en el lado positivo de esta subida son el financiero y de seguros, inmobiliarias y profesionales, al igual que el comercio, transporte, hostelería, información, comunicaciones y la construcción, aunque en menor medida. En el lado negativo está la industria, las energía y el sector primario, sectores fundamentales para la economía de una región.
Estos datos contradicen lo dicho por Buruaga en ese debate del estado de la región donde llegó a decir en el Parlamento que éste ha sido «el mejor primer año de cualquier Gobierno de Cantabria», que las medidas desplegadas están dando ya resultados y que la comunidad autónoma está inmersa en un «gran salto adelante».