Cantabria va a permitir de forma inminente la extracción de 41 lobos, que es el máximo que está permitido en el Plan de Gestión regional, y las zonas y ejemplares serán la de Liébana (4), Nansa (5), Saja (5), Besaya (5), Paz-Pisueña (5), Asón-Miera (2) y Campoo-Los Valles (10).
Además hay que añadir la extracción de otros tres ejemplares dentro de municipios que se encuentran incluidos en la zona 2, que establece una presencia del lobo menos estable, y dos más en los municipios incluidos en la zona 3, donde no hay presencia de la especie o sii la hay es de forma esporádica.
Una vez se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la Ley de Desperdicio Alimentario en el Boletín Oficial del Estado, los encargados de llevar a cabo estas extracciones serán los agentes del Medio Natural que lo llevarán a cabo en toda la comunidad «a la vez», pudiendo extenderse hasta el 2026, como así ha confirmado la consejera de Ganadería, María Jesús Susinos.
Este viernes se reunía la Mesa del Lobo, para tratar el borrador del nuevo Plan de Gestión de la especie, que mantendrá un cupo del 20% de extracción de esta especie que ha llevado a cabo 2.500 ataques anuales y más de 3.200 reses muertas.
Susinos señalaba que el lobo se ha extendido a «más del 80% del territorio» de la comunidad cántabra, que abarca más de 4.000 kilómetros cuadrados, y cuyos daños han supuesto un «valor superior a 1,7 millones de euros».