La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha asegurado hoy que el Gobierno cántabro «no se va a callar» ante la «traición» que el acuerdo PSOE-Junts supone para la Constitución, el Estado de la Autonomías y a la autonomía de Cantabria.
Por este motivo, tras dar lectura a la declaración institucional aprobada hoy en una sesión extraordinaria del Consejo de Gobierno, la presidenta ha anunciado que Cantabria está preparando ya un recurso de inconstitucionalidad, que presentará en cuanto entre en vigor la ley de amnistía y se consumen los «privilegios económicos unilaterales», y pedirá la convocatoria de la Conferencia de Presidentes para denunciar en el órgano «de máximo nivel político» de cooperación entre el Estado y las comunidades autónomas que «no se puede decidir el futuro de España de forma bilateral, por la puerta de atrás y a espaldas de las demás regiones».
Asimismo, ha llamado a construir una «alianza de comunidades autónomas» frente a lo que considera «el mayor abuso institucional» que se ha producido en España en 50 años de democracia y ha confirmado que llevará personalmente esta «infamia» al Comité de las Regiones «para garantizar que los cántabros no vamos a perder ni uno solo de nuestros derechos».
Buruaga ha apelado a los cántabros a no permanecer «indiferentes» ante un acuerdo que, además de socavar las bases del Estado de Derecho, la integridad territorial y la convivencia democrática, va a tener consecuencias en la economía y el bienestar de Cantabria, porque sitúa a la región «en clara desventaja» a la hora de solucionar, por ejemplo, sus carencias en materia de infraestructuras, de mantener su posición en el sistema de financiación autonómica o de combatir las amenazas que recaen sobre la industria cántabra y otros sectores estratégicos.
A su juicio, la reacción ante este desafío a la democracia tiene que ser «una suma de fuerzas institucional, legal, política y social» para ofrecer una respuesta «firme e inequívoca, pero también cívica, tranquila y serena». En este sentido, ha señalado que el Gobierno de Cantabria no va a consentir que se «pisotee» a los cántabros y va a defender los intereses de la autonomía y la igualdad entre españoles «en todos los órdenes, hasta las últimas consecuencias y con todos los instrumentos políticos y jurídicos» a su alcance para «dejar sin efecto» las consecuencias de este pacto.
«Cantabria tiene un Gobierno con convicciones que va a responder a esta infamia, que va a decir basta ya de chantajes y de imposiciones, de cesiones y traiciones, y que va a reivindicar que los cántabros somos tan ciudadanos de primera como los demás», ha enfatizado.
Críticas al acuerdo
Buruaga ha criticado que Pedro Sánchez esté «cediendo todo y en todo al chantaje de los independentistas» con tal de garantizar su investidura –»no hay claudicación mayor»- y dé por bueno un acuerdo «vergonzante» que alude a Cataluña como una «nación distinta», que abre las puertas a un referéndum de determinación, que cede a la Generalitat el 100% de los tributos y que incluye en la amnistía el lawfare o la judicialización de la política, algo que, en su opinión, representa un «ataque sin precedentes a la independencia judicial y quiebra la separación de poderes».
También ha cuestionado que se asuma el «falseamiento de la historia de España» y la «manipulación jurídica y política de los independentistas», y que se acceda a poner un mediador internacional entre Cataluña y España, «elevando a la categoría de conflicto internacional lo que no existe y dando por hecho que esta es una cuestión bilateral que pueden resolver dos partidos mediante un pacto privado».
Finalmente, ha dicho que Cantabria se niega a aceptar que su destino esté en manos de un «prófugo de la justicia desde Waterloo» y ha insistido en que la solución al problema generado por Pedro Sánchez pasa por «la unidad de todos los demócratas, sin distinción ni ideología».