El ascenso del Racing a la Segunda División del fútbol español conlleva que los Campos de Sport del Sardinero tengan que llevar a cabo una serie de mejoras en sus instalaciones, que el club cántabro no ha cuidado durante estos últimos años y que ahora una campaña mediática reclama que se hagan desde el Ayuntamiento de Santander.
Unos arreglos que no están claros quien los debe llevar a cabo en su totalidad ya que todavía no se ha firmado el famoso convenio entre el Racing y el Consistorio santanderino, y que la concejalía de Deportes, dependientes de ala Ciudadanos, de la Junta de Gobierno Local.
El Ayuntamiento de Santander llevó a cabo la remodelación del exterior de los Campos de Sport del Sardinero, en concreto el recubrimiento del entorno del campo, con un costo de cerca de 400.000 euros.
Ahora toca reparar el interior, tanto las zonas comunes, como los servicios, así como los asientos, como la iluminación del campo y que tendrían que ejecutarse por el metido de urgencia para poder llegar a tiempo antes de empezar la liga.
Este sentido, el concejal de Patrimonio del Ayuntamiento de Santander, Víctor González Huergo, ha dicho que «en los contratos de emergencia no caben decisiones políticas porque están regulados por la Ley de Contratos y tienen que estar plenamente justificados en razones técnicas y jurídicas, con los correspondientes informes que lo avalen”.
Lo cierto es que sin un convenio que lo regule, ni que establezca las obligaciones de una u otra parte, se hace complicado ver como se lleva a cabo esta remodelación o renovación de parte de las instalaciones, ya que si bien son municipales, no es menos cierto que son de uso exclusivo del Racing, donde además tiene ubicadas sus dependencias oficiales administrativas.
Ante esta situación, algunos medios están intentando presionar al Ayuntamiento de Santander para que sea el quien asuma este gasto prioritario para el Racing, a costa del dinero de todos los contribuyentes santanderinos.