La consejera de Economía del Gobierno de Cantabria, María Sánchez (PSOE) ha cifrado el impacto de la pandemia en el Presupuesto al final del año en 175,5 millones de euros, unos «datos que no son buenos» pero son menores de los previsto inicialmente aunque reconoce que la situación de la comunidad cántabra «es muy difícil», ha señalado tras comparecer en comisión parlamentaria a petición del grupo de mixto-VOX en el Parlamento de Cantabria.
Para Sánchez esta previsión hace ser «algo más optimista» y «mejor» de la que había al inicio de la pandemia. Según la Consejera de Economía, esto se debe, en parte, a las transferencias realizadas del el Gobierno de Pedro Sánchez, que según ella contribuyen a «compensar» el descenso habido en Cantabria por la caída o suspensión de activada o aplazamientos de ingreso.
Según la Consejera, la caída de ingresos para este año está en torno a los 97.8 millones de euros según a Agencia Cántabra de Administración Tributaria (ACAT), añadiendo que el impacto es menor por la aportación del Estado de los 181 millones de euros del fondo COVID-19 para Cantabria además de otros ingresos extraordinarios recibidos.
Por lo que se refiere a los gastos, ha destacado el total de los directos a sanitarios y socio-sanitarios que asciende a más de 49,1 millones de euros, de los que 47,8 son del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y casi 1,3 del Instituto Cántabro de Servicios Sociales que a final de año están cifrados en 114 millones, a los que habría que añadir un gasto indirecto de 154.7 millones totales al final de año, con una previsión final de gasto de 268,67 a 31 de diciembre.